tag:blogger.com,1999:blog-66253247678949162992024-03-13T21:12:40.108+01:00LECCIÓN DE PERMANENCIAJordi Doce. Poemas 1990-2009Jordi Docehttp://www.blogger.com/profile/15829189893688159221noreply@blogger.comBlogger62125tag:blogger.com,1999:blog-6625324767894916299.post-11257039891073078262011-12-23T17:58:00.001+01:002011-12-23T18:00:01.006+01:00aniversarioLa puerta de otro año se cierra tras de ti<br />sin ruido de bisagras, sin llave escandalosa.<br />Estás donde no estabas aunque nada cambió,<br />contigo va tu aliento, la lumbre de tus íntimos,<br />el son de algunas líneas y aquel otro, insondable,<br />que brota de tus sueños sembrando apariciones.<br />A este lado del sol, de la sangre que gira,<br />tu cuerpo no ha caído de pronto en la vejez,<br />no encaneció la piel ni los ojos mermaron,<br />haciendo más pequeño el mundo, más difícil.<br />Es un día cualquiera, es el mismo y distinto,<br />pero está por hacer y en hacerlo se irá,<br />como siempre, otro día, mientras pardea el aire<br />al hilo de tus pasos, de estas nubes que cruzan.<br />Es un día cualquiera, con su ajuar de costumbres<br />inertes, su horizonte de anhelos, su flaqueza.<br />Sumar un año más no es sumar un anillo,<br />no es cruzar un umbral ni una horca caudina.<br />Caminas bajo el mismo cielo, las mismas alas,<br />mientras la tierra ofrece su raro laberinto<br />tus huesos ya celebran el sol que más calienta.Jordi Docehttp://www.blogger.com/profile/15829189893688159221noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6625324767894916299.post-9924822584983470142009-10-21T19:24:00.000+02:002009-10-21T19:25:10.082+02:00agostoes tierra de nadie entre dos frentes:<br />el sol como una piedra encandecida,<br />el hierro del calor sobre los párpados.<br /><br />Andamos por aceras destellantes<br />con palabras que buscan un oasis,<br />yemas de aliento picadas por gorriones.<br /><br />Nuestros pasos se duelen de su peso<br />bajo el cielo inflexible que rige la avenida.<br />No hay comienzo ni término,<br /><br />sólo un tiempo cegado por la luz,<br />los pliegues de aire que suben del asfalto.<br />Si hubiera nubes, seríamos sus sombras.Jordi Docehttp://www.blogger.com/profile/15829189893688159221noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6625324767894916299.post-69765095703905170792009-10-19T21:11:00.001+02:002009-10-19T21:12:52.622+02:00el paseoArrecia en mí la vida con las primeras sombras.<br />Al final de la tarde, cerrados ya los libros,<br />cuando la luz decae anaranjada<br />en muros y parterres,<br />cuando la oscuridad de la pizarra<br />finge la transparencia de un espejo<br />que baña por igual a cuervos y gaviotas,<br />algo insiste en mi ánimo,<br />algo que azuza y dicta en mi silencio<br />con urgencia inequívoca.<br />Semejante al deseo, a su terca ceguera,<br />esa voz me conmina al desconcierto.<br />Es hora de salir,<br />dejando a un lado las palabras,<br />salvando los peldaños que conducen al mundo.<br />La frescura del aire de septiembre<br />da en mi rostro y aviva<br />la quietud suburbana<br />que he aprendido a llamar mi casa:<br />setos que encierran mínimos jardines,<br />visillos cuya tenuidad suaviza<br />esta fuga infinita de fachadas.<br />Su nada no es hostil:<br />más bien, mitiga el laberinto<br />con que la soledad nos planta cara.<br />La calle es una ayuda,<br />la escena pertinaz de mi impaciencia.<br />Sus porches y ventanas<br />donde nadie se asoma,<br />donde la luz indaga, oblicua,<br />ciñendo el revolar de los gorriones,<br />sirven de guía al círculo vicioso<br />del pensamiento. Sigo su trayecto:<br />el destino soy yo, la imposibilidad<br />de hurtarme a la conciencia que me piensa.<br /> Camino,<br />me observo caminar<br />por esta red de calles en penumbra,<br />y vuelvo a ser el fruto<br />de una disociación: el gozo de vivir,<br />la seca lucidez que me consume.<br />Arriba, sobre el negro radiante de las tejas,<br />el cielo es un añil ultramarino.<br />Lo descubren mis ojos por azar,<br />llamados por el grito de los patos.<br />Inquietos, se diría que escapan de la noche.<br />O que corren con prisa su telón.<br />Su rectitud me asombra,<br />el fiel automatismo del instinto<br />apuntalando las generaciones:<br />son, están en su mundo,<br />nada puede apartarlos del centro en que respiran.<br />Por contraste, su sinrazón nos niega,<br />desmiente cuanto somos y aprendemos a ser.<br />La flor, el animal, son símbolos, no metas:<br />si crecen sin error, no es por libre albedrío.<br />Vira la luz a púrpura, de pronto.<br />Abstraído testigo de mis rondas,<br />me sorprendo en la orilla del pantano,<br />junto al puente de hierro y los laureles.<br />En la plata rugosa de sus aguas<br />mi rostro no es mi rostro<br />sino el de alguien, mudo,<br />que al mirarse me piensa.<br />Estoy entre dos centros, soy el tránsito<br />entre el gesto que es y el gesto que percibo.<br />En ese hueco están mis muchos tiempos,<br />las posibilidades de una vida,<br />incluso si vivir es la amargura<br />que anticipa su término.<br />Llegado a la raíz del laberinto<br /> –yo mismo–,<br />no dudo en elegir la voz de los sentidos,<br />el temblor insidioso que recorre mi sangre.<br />En la otra orilla, un bastidor de chopos<br />hurta la luz final del día, y en las aguas<br />el viento eriza espumas fantasmales,<br />volutas del otoño que no llega.<br />Las sombras se apelmazan.<br />Arrecia en mí la vida y me confirma.Jordi Docehttp://www.blogger.com/profile/15829189893688159221noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6625324767894916299.post-36597841072491807902009-10-18T13:41:00.001+02:002009-10-18T13:46:48.102+02:00brightonEntre dos raros destinos<br />Brighton fue nuestro refugio:<br />un palacio junto al mar,<br />el agua verde y fecunda,<br /><br />el paseo abierto sobre<br />tablas y hierro forjado,<br />luz de cobre en los despojos,<br />piedra vieja que fatiga<br /><br />y recubre los bancales.<br />Has visto esa arquitectura<br />fundada sobre el vacío,<br />un trozo de tierra firme<br /><br />en la claridad del miedo;<br />paseas cada mañana<br />pendiente de un hilo, sola<br />en la escollera, y a veces<br /><br />te asusta tanta amenaza,<br />las olas turbias, el mar<br />infatigable, acosándonos,<br />entrando en nuestra existencia<br /><br />con mano fría y voluble.<br />Cuando regresas a casa<br />el fuego que he preparado<br />arde entre mis manos ávidas<br /><br />y así pasamos las horas<br />librados a nuestros cuerpos,<br />nos buscamos en el otro.<br />Nuestro deseo revive<br /><br />en esa tierra de nadie.Jordi Docehttp://www.blogger.com/profile/15829189893688159221noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6625324767894916299.post-47559144412276513072009-10-17T17:02:00.001+02:002009-10-17T17:02:41.664+02:00cuatro paredesPermaneciste largo tiempo<br />apoyado en el quicio, y pensaste quizá<br />que ya nada podría defraudarte,<br />y que el silencio, a veces tan poco hospitalario,<br />habría de ayudarte al fin,<br />e imaginaste incluso la luna, recortada y pálida,<br />tendiéndote su mano en las horas difíciles.<br />Algo había en aquellos cuatro muros<br />que te hizo de nuevo contemplarlos,<br />y al hilo de su rara soledad<br />reconociste como propios<br />la puerta, las molduras,<br />el encaje sutil de las cortinas,<br />la opacidad ausente de los muebles<br />en las paredes rojas,<br />y algo muy misterioso al cabo que te huía,<br />pero que daba forma y rostro amigo<br />a cuanto, horas atrás, desconocieras.<br />Supiste entonces<br />que la fuente de tu inquietud, de tu sorpresa,<br />no era sino un abrazo, el pulso de su piel<br />sobre el reflejo azul de la ventana,<br />el aspa dulce de otras manos<br />al ritmo de tus manos,<br />las cuatro esquinas de su cuerpo.Jordi Docehttp://www.blogger.com/profile/15829189893688159221noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6625324767894916299.post-69500986346426809872009-10-16T20:04:00.000+02:002009-10-16T20:05:06.442+02:00palomasCruzan el patio las palomas.<br />Se cuelgan del alféizar, gorgotean,<br />van y vienen por la penumbra<br />con sus plumas raídas y su insolencia terca.<br />Palomas de ciudad,<br />vestidas del hollín que respiran,<br />sirvientes del tendal y la basura.<br />Las odio cordialmente desde mi ventana,<br />busco espantarlas, cuelgo plásticos,<br />pero es inútil.<br />Vuelven al poco, o nunca se marcharon,<br />y de nuevo me llega,<br />burbuja sobre el limo de las horas,<br />el émbolo sonoro de sus cuellos.<br />Algo dice, tal vez, ese discurso de una sílaba,<br />su gutural monotonía<br />poblando el patio de impaciencias.<br />Algo que ignoro y no puedo ignorar,<br />que insiste en el silencio de la casa<br />con tonos de reproche y desafío.<br />Traduzco un par de páginas, preparo café,<br />se demora la tarde en su grisalla<br />y allí las veo, necias y abstraídas,<br />con su grave zureo que me interroga.<br />Algo dicen, tal vez, que mi sombra comprende,<br />que mi sombra calló y ahora recuerda,<br />porque es suyo.Jordi Docehttp://www.blogger.com/profile/15829189893688159221noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6625324767894916299.post-38921088933849009992009-10-15T18:28:00.000+02:002009-10-15T18:29:09.230+02:00cuatro cuervosI<br /><br />Sombrío invierno<br />sin tregua: sobre la nieve<br />-negro cuerpo ingobernable-<br />despunta un cuervo.<br /><br /><br />II<br /><br />No existe el cuervo<br />sino la nieve,<br />el blanco abrazo de la nieve,<br />la boca oscura de la nieve<br />y su negro idioma impronunciado.<br /><br /><br />III<br /><br />Nieve, nubes, humo:<br />blanco sobre blanco sobre blanco;<br />duro lienzo<br />sobre bocas cerradas.<br />Gotas de negro,<br />vieja sangre,<br />un cuervo es dos ojos<br />amarrados al rostro de nada.<br /><br /><br />IV<br /><br />Pero no hay cansancio<br />en ese cuerpo<br />cercado por la nieve.<br />No hay vejez.<br />Al otro lado de la muerte<br />no hay vejez, no,<br />tras la oscura divisoria.Jordi Docehttp://www.blogger.com/profile/15829189893688159221noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6625324767894916299.post-5754107462117369982009-10-14T17:42:00.000+02:002009-10-14T17:43:01.652+02:00entoncesCuando el mundo se convirtió en el mundo<br />la luz brillaba como de costumbre<br />sobre un reloj indiferente,<br />el aire estaba lleno de comienzos<br />y mil veces en mil calles distintas<br />alguien se tropezaba en una piedra<br />y esa piedra le abría los ojos;<br />fue la ocasión que todos esperábamos<br />para tomar las mismas decisiones,<br />besar de nuevo el mismo suelo,<br />decir los hasta luego de anteayer;<br />y el rostro amado y rutinario<br />que fingía escuchar<br />o brindaba una mano distraída<br />volvió a apartarse antes de tiempo.<br />Detrás de las ventanas crecía la penumbra,<br />una gaviota hurgaba en la basura<br />y los niños jugaban casi a ciegas<br />ignorando los gritos de sus madres.<br />Era un día cualquiera en la ciudad,<br />con su ruido de fondo en nuestras venas<br />y el hollín de la noche borrando cercanías.<br />Quien guardó una moneda en su bolsillo<br />no fue más rico a la mañana.<br />Nada ocurrió que pueda recordarse,<br />ninguno de nosotros se dio cuenta<br />cuando el mundo se convirtió en el mundo.Jordi Docehttp://www.blogger.com/profile/15829189893688159221noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6625324767894916299.post-71942158095741408492009-10-13T22:00:00.001+02:002009-10-13T22:02:54.545+02:00tiempo nubladoHace calor y sin embargo llueve,<br />serenamente llueve,<br />una lluvia muy fina que impregna ropas y esperanzas,<br />hija cortés del bochorno y la bruma.<br />Caminas junto a un mar ensombrecido,<br />como de plata rayada por la luz,<br />y te duele la pesantez del aire,<br />el modo en que recubre tus sentidos<br />con su inercia palpable.<br />No hay nada que decir,<br />nada con qué decirlo. Pasear<br />bajo esta leve urdimbre de la lluvia<br />es ver cerrados los caminos,<br />vencida toda fuga,<br />volver sobre uno mismo<br />con la mísera fe de quien nada comprende.<br />Un charco de gaviotas<br />alumbra tibiamente los bajíos.<br />Con sus blancas jorobas<br />y su densa quietud<br />tienen algo de hongos, o de monjes orantes,<br />dueños de una paciencia que no conoces.<br />Has vuelto a la ciudad donde naciste,<br />a las calles que fueron laberinto,<br />anillos de un hastío irrevocable,<br />y otra vez se disuelve el tiempo,<br />se rompen las costuras de un paisaje<br />que entrega su revés inalterado.<br />El olor del salitre y de las algas<br />es uno con el agua,<br />con el ácido aliento del bochorno,<br />con tus ojos que vagan<br />en busca de asidero,<br />de un anclaje que ignore<br />tanta disolución.<br /> Miras<br />brillar la orilla, el agua retirarse<br />dejando estrías en la arena,<br />tranquilas venas relucientes.<br />Al fondo, una gaviota picotea la espuma,<br />gira sobre sí misma entre dos transparencias.<br />Hace calor y sin embargo llueve,<br />serenamente llueve,<br />una lluvia muy fina que impregna ropas y esperanzas.<br />Todo germina en la humedad<br />menos tu pensamiento.Jordi Docehttp://www.blogger.com/profile/15829189893688159221noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6625324767894916299.post-60943867784968506282009-10-12T13:36:00.001+02:002009-10-12T13:36:37.645+02:00sapo burbujaAsí llamado por la burbuja que surge de su boca al croar, envolviéndole por entero en una gasa transparente que figura los brillos y reflejos de la luz. Cae entonces en un trance que sólo interrumpen el hambre y la oscuridad, aunque ciertas noches el resplandor lechoso de la luna llena le suscite burbujas de singulares patrones y colores, espejos tal vez de las combinaciones astrales que rigen el curso de las vidas. Tal es la creencia de los innumerables magos, brujas y adivinos que recorren los pueblos en busca de un bolsillo crédulo y se sirven de ellas para sus predicciones y engaños. Ciertos nativos de las marismas se han especializado en su captura y posterior preservación, que procuran sumergiendo sapo y burbuja en agua hirviente. Sólo cuando el sapo expira ahogado, con ojos atónitos y necios, extraen de la olla la bola de cristal donde un pequeño monstruo rugoso que nunca vislumbró su destino es llamado a predecir el ajeno.Jordi Docehttp://www.blogger.com/profile/15829189893688159221noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6625324767894916299.post-22876027398011572112009-10-11T17:27:00.001+02:002009-10-11T17:27:47.743+02:00águilaTe descuelgas veloz sobre tu presa<br />con doble garra inquisidora: emblema<br />de la muerte más vivo que la vida.<br /><br />Rueda por la pendiente el cuerpo grave<br />y su estrella de sangre te gobierna,<br />imán hacia la nada que has creado.<br /><br />Qué palpable su ley. Madeja inerte,<br />la víctima que clavas a tu vuelo<br />te hace más débil un instante. ¿Caes<br /><br />o finges con astucia tu caída<br />para elegir corriente, plano, estela?<br />Sólo existes, voraz, en lo que alcanzas.<br /><br />Eres aire, y el aire te rehace.Jordi Docehttp://www.blogger.com/profile/15829189893688159221noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6625324767894916299.post-17957550573424954302009-10-10T11:42:00.000+02:002009-10-10T11:43:09.722+02:00saludoY tú, vida que empiezas,<br />no digas nada aún:<br />crece sobre tu sangre,<br />se temblor y latencia.<br /><br />Ciego nudo abisal,<br />giras en los serenos<br />hondones de tu madre,<br />en el limo imantado.<br /><br />No siempre vivirás<br />sin tiempo, sin mirada.<br />Asomará tu boca<br />a las puertas del día.<br /><br />Tu cuerpo espera y calla.<br />Multiplicado tacto<br />el de esta piel bañada.<br />Respiras negro, negro.Jordi Docehttp://www.blogger.com/profile/15829189893688159221noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6625324767894916299.post-67293491870374217062009-10-09T22:56:00.001+02:002009-10-09T22:56:34.129+02:00lugar del amorDí mejor un ascenso, como de peregrino,<br />ladera arriba, monte que no es monte<br />porque comulga del azul del cielo<br />y no siente ya el pedregal<br />que confirma sus pasos, terco ascenso en volandas<br />sobre la quemazón de brezo y turba,<br />y allí en la cima el templo, guía y razón del viaje,<br />sin capilla evidente ni suelo bendecido,<br />umbral de piedra y musgo gris<br />donde anidan el viento y la rapaz<br />y el pie ensaya una última pisada<br />antes de hollar el aire, sin rasguño ni esfuerzo,<br />o eso parece,<br />como si no atendiera,<br />ebrio en mitad de la nada.Jordi Docehttp://www.blogger.com/profile/15829189893688159221noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6625324767894916299.post-57705530571315487202009-10-08T22:10:00.000+02:002009-10-08T22:11:10.227+02:00ensayo para una huidaEn esta hora dudosa que desciende<br />entre el azul y la ceniza,<br />con quietud de calina y aire<br />clausurado, en este jardín<br />de inanimadas sombras<br />donde la humedad sabe a tierra<br />y disueltos cansancios,<br />he dejado los ojos.<br /><br />Como quien, en tierra de nadie,<br />acepta una tregua ficticia<br />y busca en el cansancio una certeza,<br />he mirado en penumbra<br />cuanto se acoge a la mirada,<br />cuanto sostiene inadvertido<br />el peso de unos ojos<br />que dudan e interrogan.<br /><br />Conozco sus razones: son las mías.<br />Como yo, buscan<br />un espacio para el deseo,<br />un lugar de fugas y asombros<br />en la tierra de nadie<br />del aire. Como yo,<br />llegan a su destino<br />al demorarlo.Jordi Docehttp://www.blogger.com/profile/15829189893688159221noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6625324767894916299.post-64441444081151028352009-10-07T23:36:00.001+02:002009-10-07T23:36:41.046+02:00refugio antiguoComo ahora, los ojos<br />se abrazaban al tejo abrumador<br />y bebían, con avidez<br />que tal vez fuera miedo<br />–un síntoma del miedo–,<br />del negro impenetrable de su tronco.<br />En la quietud de araña del ramaje<br />hallaban el alivio pasajero<br />que la nieve y su mica les negaba,<br />la nieve y su blancura ufana,<br />la nieve y su distancia sin caminos.<br />Entonces, como ahora,<br />la forma era un refugio,<br />un paso hacia el sentido o su ilusión.<br />No el parque con sus setos hambrientos,<br />no el estanque varado entre desechos y hojas pálidas:<br />la silueta tenaz de un árbol solo,<br />que nada turba.<br />Su rigor me visita algunas tardes,<br />como entonces,<br />con su complicidad de faro antiguo:<br />es la sombra que insinúa una frase,<br />el ovillo que muestra, tembloroso y reptante,<br />lo que de mí no atisbo.<br />Acudo a él para cruzar, a su dictado,<br />el blanco de esta página y las que vendrán,<br />los días y las noches que son nieve y son frío<br />y son un libro intacto<br />donde el tejo escribe conmigo, para mí.Jordi Docehttp://www.blogger.com/profile/15829189893688159221noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6625324767894916299.post-48883312230194857492009-10-06T22:43:00.002+02:002009-10-06T22:48:07.497+02:00salamandra acuáticaDesde la antigüedad se tiene a la salamandra como animal mítico y espíritu elemental del fuego. Por esta razón, su significado simbólico se halla unido a este elemento, que arde en su interior y lo alimenta. Pero el fuego que devora las entrañas de la salamandra acuática es tan intenso en ocasiones que el animal ha de sumergirse en el agua para mitigar su dolor y calmar la llama que lo consume. El contacto del fuego con el agua del río despierta una densa humareda que lo delata al instante y facilita su captura por parte de los ribereños, quienes vacían sus entrañas y las utilizan para iluminarse y darse calor en las largas noches de invierno. Pero su llama es de tal limpieza y claridad que muchos se la llevan consigo al sueño, ahuyentando así los malos presagios con que los hombres se atormentan sin descanso.Jordi Docehttp://www.blogger.com/profile/15829189893688159221noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6625324767894916299.post-69663504808129725732009-10-05T22:55:00.001+02:002009-10-05T22:55:49.764+02:00contrapuntoHabitamos el mismo territorio<br />pero distintos mapas. En el tuyo<br />las calles son el testimonio de una escisión<br />y la luz brilla obscenamente<br />sobre las trazas de este mundo sublunar.<br />Hay silencio, palabras desmedidas,<br />el cansancio febril de la vigilia<br />y un animal baqueteado por el tiempo<br />que te brinda consuelo.<br />Por mi lado hay orgullos, impaciencias,<br />el afán de agradar y el miedo a conseguirlo;<br />convivo con imágenes que la palabra ha prestigiado<br />pero vivo a disgusto con su ambiguo sentido:<br />calles vacías, espejos de misántropo<br />y paisajes inmóviles bajo una luz postrera.<br />A los dos nos agota una culpa genuina<br />que a fuerza de insistir parece falsa,<br />excusa de malos pagadores.<br />Nuestras palabras mágicas raramente concuerdan,<br />tampoco los remedios de los que echamos mano<br />los días más pensados,<br />cuando vibran los nervios y la mente se enrosca<br />a punto de saltar sobre sí misma.<br />Sólo de noche, algunas veces, nuestros cuerpos<br />cruzan las líneas furtivamente<br />para firmar una tregua perpleja,<br />difícil,<br />el armisticio que es ahora nuestra vida.Jordi Docehttp://www.blogger.com/profile/15829189893688159221noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6625324767894916299.post-73265082609323355322009-10-04T21:51:00.000+02:002009-10-04T21:52:42.298+02:00noche de agostoBajo la tela de la noche<br />y sus linternas diminutas.<br />La puerta abierta.<br />La remetida claridad del cuarto<br />tras las ventanas.<br />La humedad en reposo de la tierra.<br />Y el ruido de unos pasos en la grava<br />que anuncian tu llegada,<br />tu saludo abstraído,<br />tu calor.<br /><br />Imaginé esta escena alguna vez,<br />antes de conocerte:<br />hueco en el aire del deseo<br />que tú ocupaste.<br /><br />¿O fue, tal vez,<br />que tú la imaginaste para mí,<br />que me diste tu anhelo antes de hallarnos<br />para arrimar a su temblor<br />la común extensión de nuestras vidas?Jordi Docehttp://www.blogger.com/profile/15829189893688159221noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6625324767894916299.post-32435827546092248562009-10-02T00:30:00.000+02:002009-10-02T00:31:26.155+02:00el viajeroPuso todas sus heridas en fila y echó a andar hasta salirse del mapa. Puso todas sus heridas en fila y el cielo se hizo a un lado. Puso todas sus heridas en fila y el camino descascarilló el sol y algunas estrellas.Jordi Docehttp://www.blogger.com/profile/15829189893688159221noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6625324767894916299.post-11938432820767968262009-10-01T00:13:00.001+02:002009-10-01T00:13:57.062+02:00de vita beataAsí las cosas,<br />decidió que no más,<br />que le bastaba el crepitar del cielo,<br />el hondo gris de los cañaverales.<br />«Los dioses se arrodillan en tu casa»,<br />oyó decir, y sonrió complacido.<br />Pájaros en la mano, el silencio de arena<br />de las horas, la cal embridando los ojos.<br />La oblea de la vida se fundía en su lengua,<br />en la sangre tentacular, y era un cansancio<br />sereno, casi experto,<br />la raíz de la nieve retoñada en su mano.<br />Todo viajaba en un carril transigente,<br />luces que brillan o se apagan según las horas.<br /><em>Retirado en la paz de estos desiertos</em>,<br />para qué libros, refutaba,<br />y luego: para quién.Jordi Docehttp://www.blogger.com/profile/15829189893688159221noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6625324767894916299.post-12888258437851768162009-09-30T07:23:00.000+02:002009-09-30T07:24:09.159+02:00preámbulos del poemaAmanece con nieve: nieve reciente, muy fina, como pelusa o polvos de talco. Ya ayer, al regresar de buena tarde a casa, el azul cobalto de un cielo sin estrellas competía con el aura anaranjada de las farolas precaria y prematuramente encendidas. Era un indicio de nieve, o la nieve misma, suspendida sin cuerpo en el aire, lluvia invisible que sólo la luz revela. Ahora descorro las cortinas y la blancura me duele en los ojos. Despierto con este resplandor acerado de un sol lejano, nítido como una hoja de afeitar, y luego, en silencio, con miedo a despertarla, desciendo a la cocina. En el jardín, la tierra húmeda asoma tímidamente entre lo blanco, y también los mínimos brotes que en este final de febrero se atreven a desafiar los últimos bandazos del invierno. No aguantará la nieve: tal vez en el jardín nos espere algún rastro esta noche, pero será la excepción. No hubo viento. Nada nos inquietó mientras dormíamos. Puedo imaginar ahora el rumor inapreciable de la nieve al caer sobre el asfalto como una música de fondo en nuestros sueños. No soñé con nieve, pero todo lo soñado se asienta en ella. Luego, cuando salga a la calle, será ese territorio el que pise, seré yo quien entre como una prolongación furtiva en mi sueño; y quien tome residencia con la primera palabra pensada o escrita sobre la nieve.Jordi Docehttp://www.blogger.com/profile/15829189893688159221noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6625324767894916299.post-49898583372500058632009-09-29T07:23:00.000+02:002009-09-29T07:24:11.375+02:00hamlet en la playaLa clara luz de enero, tan rasante,<br />ha dado con el hueso de las formas.<br /><br />Esta marina es ya mi calavera:<br />espuma y plomo, médanos sin nadie,<br /><br />la monda desazón de las gaviotas<br />peinando los pedreros y los muelles.<br /><br />Converso cara a cara con el mundo<br />y sus cuencas vacías me interrogan:<br /><br />esperan las palabras que no sé,<br />la huella que reservo a tantos días.<br /><br />Me planto en lo que veo y se deshace;<br />es cuerpo muerto, muerte que me ausculta.<br /><br />La clara luz de enero, tan inmóvil,<br />confirma la osamenta de esta hora.Jordi Docehttp://www.blogger.com/profile/15829189893688159221noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6625324767894916299.post-11530743594367171742009-09-28T00:13:00.001+02:002009-09-28T00:16:06.772+02:00cebra fantasmaCon algo de niebla marina y unas cuantas ramas de nogal nace la cebra fantasma: en los ojos espuma fría, y en las entrañas barro deshecho de las marismas. Pasta cerca de las playas, dejando un rastro de humedad. Dada su proverbial timidez, son pocos los que han conseguido verla, y de ellos menos aún sabrían describirla con precisión, pues es frágil y evanescente como el aire. Su esperanza de vida es corta: al poco tiempo entra de nuevo en la niebla que le dio cuerpo y se disuelve en ella, dejando sobre la hierba un haz de leña que los pescadores utilizan para calentarse. De noche, encienden hogueras y se envuelven en mantas, y es entonces cuando, proyectada contra la espiral de humo, se dibuja por un instante la silueta de una cebra, un fantasma inquietante que duda y tiembla –pero es el humo– antes de desvanecerse para siempre en el aire y la noche circundante.Jordi Docehttp://www.blogger.com/profile/15829189893688159221noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6625324767894916299.post-18588026285930984912009-09-27T00:01:00.001+02:002009-09-27T00:02:35.821+02:00julioHay algas en la orilla, y un sol crudo, tenaz,<br />lame las avenidas, abre los descampados<br />o se enrosca en los buenos días y los quetales<br />que puntean ligeros, como insectos al vuelo,<br />la llegada puntual de los oficinistas.<br />La rosa de los vientos del día, la candente<br />veleta del verano inicia su deriva,<br />se despereza y gira, gran noria bostezante,<br />agitando sus flecos entre sombras de asombro,<br />esparciendo en el aire su voz enronquecida,<br />y una herida de sal se insinúa en la piel<br />y crece hasta saciar el frescor de la noche,<br />como tras las pupilas un destello devuelve<br />otro verano antiguo, fundado en la inocencia,<br />más allá del recuerdo o su remedo estéril.<br /><br />Julio siembra candiles que la mirada prende.Jordi Docehttp://www.blogger.com/profile/15829189893688159221noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6625324767894916299.post-75823085683620427502009-09-26T00:03:00.000+02:002009-09-26T00:04:28.997+02:00weather reportÉsta es la calma que ha ganado a duras penas. Alguien habla por teléfono mientras abre las hojas del balcón y mira de reojo la calle, el ir y venir de la gente bajo las acacias, el cielo pizarroso que comienza a encresparse. Se oyen voces de niños, coches que pasan con lentitud, una canción que tararea mentalmente y le ayuda a encadenar los gestos, a darles fluidez en el agua seca y polvorienta del verano. Repite frases consabidas, monosílabos que apaciguan igual que un molinillo de oraciones. De pronto, un golpe de viento cierra la puerta del despacho y unos folios caen al suelo. Sin dejar de hablar, se acerca a recogerlos y siente el frescor repentino del aire, el barrunto que aviva las hojas y pone un grumo de escarcha en la piel. Como si algo cobrara sentido en ese instante. Como si algo sucediera más acá de la tormenta o su inminencia. Pero no es nada, sólo la calma que vibra con astucia entre el rayo y su estallido, la calma que se ovilla bajo sus párpados lo mismo que un insomnio, este alambre de calma que le inquiere y le aquilata y es algo muy suyo que vuelve a conocer, que desnuda su carne bajo la sombra eléctrica.Jordi Docehttp://www.blogger.com/profile/15829189893688159221noreply@blogger.com