15.10.09

cuatro cuervos

I

Sombrío invierno
sin tregua: sobre la nieve
-negro cuerpo ingobernable-
despunta un cuervo.


II

No existe el cuervo
sino la nieve,
el blanco abrazo de la nieve,
la boca oscura de la nieve
y su negro idioma impronunciado.


III

Nieve, nubes, humo:
blanco sobre blanco sobre blanco;
duro lienzo
sobre bocas cerradas.
Gotas de negro,
vieja sangre,
un cuervo es dos ojos
amarrados al rostro de nada.


IV

Pero no hay cansancio
en ese cuerpo
cercado por la nieve.
No hay vejez.
Al otro lado de la muerte
no hay vejez, no,
tras la oscura divisoria.