26.8.09

credo

¿Y a qué, por quién
las preguntas?
La vida se disipa
en el sentido. No hay razones
o las razones nos evitan. Di mejor,
si es que decir te importa,
el fulgor de la tarde entre las ramas,
la floración del cielo y su descenso,
cuanto es asombro en la mirada
porque algo ha cruzado, y palpita,
y en el rumor ajeno de su sangre
pregunta y respuesta son una
con un golpe final que se te escapa.